viernes, 7 de mayo de 2010


En clases hemos visto un video, el cual me ha parecido maravilloso, de un profesor Japonés, en donde su principal objetivo para ese año escolar es que los alumnos fuesen "felices". A lo largo del video se ve, la madurez emocional que tienen esos niños, como son capaces de expresar con palabras emociones complejas, como es un duelo o la ira, pero de forma educada y empática con el interlocutor. Creo que es un claro ejemplo, de como se puede insertar y ya se está haciendo la Inteligencia emocional en el aula. Quiero introducir un tema relacionado con el tema de la Inteligencia emocional que son "los moldes de la mente" del libro Hernández, P. (2002). Los moldes de la mente: más allá de la inteligencia emocional, en el se plantean cuestiones que se están relacionadas con el fracaso escolar en muchos jovenes.


Los moldes cognitivo-afectivos


Los moldes son estrategias habituales y peculiares que cada persona muestra en el modo de enfocar, de reaccionar o de interpretar la realidad en situaciones de egoimplicación, es decir donde las personas se enfrentan a una realidad que les compromete en sus intereses y emociones (a diferencia de los estilos cognitivos).

¿Qué teorías se aproximan a los moldes?


La inteligencia socioafectiva esta formada por un conjunto de estrategias para reaccionar e interpretar la realidad, de forma que facilite la adptación y realización de las personas en el mundo. Estas estrategias pueden ser adecuadas y facilitadotas del bienestar mientras que otras pueden ser inadecuadas, desadaptativas y entorpecedoras. A este conjunto de estrategias es lo que se denomina Moldes cognitivos-afectivos.

Aunque ya ha habido varias aproximaciones desde la psicología sobre las maneras de aproximarse a la realidad.

Una de las teorías ha sido la Teoría de la atribución de Weiner. Brad Weiner es uno de los principales psicologos educativos, responsables por relacionar la teoría de la atribución con el aprendizaje escolar. Con su teoría nos queiere decir que la mente tiene a dar explicaciones de los éxitos y los fracasos, atribuyéndolos a distintos motivos..
Según Weiner, las causas a las cuales las personas atribuyen sus éxitos y fracasos tienen importantes consecuencias psicológicas, tanto a nivel emocional, como cognitivo y motivacional. Weiner sostiene que las consecuencias psicológicas de este tipo de creencias derivan de las denominadas dimensiones atribucionales: internalidad-externalidad, estabilidad-inestabilidad y controlabilidad-incontrolabilidad. De la dimensión internalidad-externalidad dependen las reacciones emocionales ante el éxito y el fracaso, de la dimensión estabilidad-inestabilidad dependen las expectativas acerca de lo que cabe esperar en el futuro y, por último, de la dimensión controlabilidad-incontrolabilidad depende la motivación.
Así, la atribución del éxito a causas internas produce emociones positivas, en tanto que la atribución del fracaso a causas internas produce emociones negativas. Por el contrario, si el éxito o el fracaso se atribuyen a causas externas, las emociones sufrirían escasos cambios. Según Weiner, cuando el sujeto atribuye el éxito o el fracaso a causas estables tenderá a generar expectativas de que en el futuro continuará experimentando éxito o fracaso. Sin embargo, si las causas se consideran inestables, tanto en caso de éxito como de fracaso, el sujeto albergará dudas sobre lo que ocurrirá en el futuro, ya que podría darse tanto éxito como fracaso. Por último, la atribución del éxito y el fracaso a causas controlables por el sujeto (v.g., el propio esfuerzo) produce motivación y persistencia, lo que contribuye a incrementar el rendimiento. No ocurrirá así en el caso de adscribir los resultados a factores incontrolables (v.g., las leyes físicas, el azar o la suerte).

¿Cómo afectaría esto a los estudiantes?


Cuando el fracaso se atribuye a la falta de habilidad, y la habilidad se considera incontrolable, la secuencia de la motivación es:

Fracasoà--> Falta de habilidadà -->Incontrolableà -->No responsableà--> Vergüenza, Turbación --> Distanciamiento--> El rendimiento empeora.

El problema ocurre cuando los alumnos que tienen fracasos los atribuyen a causas estables e incontrolables, ya que estos están destinados al fracaso, deprimidos y sin esperanzas y quizás respondan al fracaso concentrándose aún más en su propia incompetencia. La apatía es una reacción lógica ante el fracaso, si los estudiantes consideran que las causas son estables, sin posibilidad de cambiar y fuera de su control.

Cuando los estudiantes que suelen ser exitosos llegan a fracasar, a menudo hacen atribuciones internas y controlables (que carecía de los conocimientos necesarios) , por lo que se enfocan en estrategias para tener éxito en la siguiente ocasión. Esta respuesta a menudo conduce al logro, al orgullo y a un mayor sentimiento de control.

Cuando el fracaso se atribuye a la falta de esfuerzo (controlable) la consecuencia:

Fracaso--> Falta de esfuerzo-->Controlable-->Responsable-->Culpa-->Participación activa-->El rendimiento mejora.

Cuando los estudiantes que suelen ser exitosos llegan a fracasar, a menudo hacen atribuciones internas y controlables (que carecía de los conocimientos necesarios) , por lo que se enfocan en estrategias para tener éxito en la siguiente ocasión. Esta respuesta a menudo conduce al logro, al orgullo y a un mayor sentimiento de control.


¿Cómo se forman los moldes?


Los moldes se forman a lo largo de nuestra vida en función de nuestras experiencias, a medida que las condiciones de nuestro entorno se van repitiendo (influencia sucesiva) y en la medida que esas condiciones ocurren en distintas esferas en el mismo tiempo (influencia simultánea). Aunque no debemos olvidarnos que cada persona, va a tener una predisposición personal que se relacionaría con las estructuras Bio-Psicológicas.

En resumen, los moldes se van formando debido a la interacción de factores personales y el ambiente. Las carencias despiertan necesidades, las necesidades desatan impulsos hacia los incentivos o metas; los impulsos llevan a la acción, que si encuentra obstáculos produce frustración, pero si se alcanza la meta, genera satisfacción. Tanto la frustración como la satisfacción configuran nuestras vivencias efectivas, y esas vivencias, de forma generalizada son las que definen nuestro bienestar subjetivo. Ahora bien, tanto éste como lo que ocurre antes, durante o después de la acción, está modulados cognitivamente, especialmente por los moldes cognitivos afectivos de cada uno.

Viendo la importancia de la inteligencia emocional, potenciarla es una cuestión importante. Padres y profesores deberían cultivarla en los niños trabajando diferentes aspectos como:


- El autoconocimiento o autoconciencia.
- La gestión de los sentimientos.
- La toma de decisiones.
- La responsabilidad personal.
- El autoconcepto.
- La empatía.
- La comunicación y la dinámica de grupos.
- La resolución de conflictos.

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